PSOE Melilla

La consejera de Igualdad de Melilla (PSOE) ignoró a una «acosada» por el socialista Yeray Díaz

Elena Fernández Treviño (PSOE), consejera de Igualdad de Melilla.
Elena Fernández Treviño (PSOE), consejera de Igualdad de Melilla.
Borja Jiménez

El socialista Yeray Díaz dimitía hace unos días de su cargo como máximo responsable de Radio Televisión Melilla (RTVM) tras recibir varias denuncias por acoso laboral y moral. Tal era la situación, que un 25% de la plantilla de la televisión pública melillense se había cogido una baja desde que Díaz accedió al cargo, en julio de 2019. Según ha podido saber OKDIARIO Andalucía, la consejera de Igualdad de Melilla, Elena Fernández Treviño (PSOE), no sólo sabía todo lo que estaba sucediendo sino que, además, lo ocultó y permitió.

A través de una serie de WhatsApps certificados, a los que ha tenido acceso este periódico, una alto cargo del PSOE muy ligada a la cadena explicaba a Fernández Treviño la situación en Radio Televisión Melilla:

«Buenos días Elena, siento molestarte otra vez con este tema, he acudido a Gloria (Gloria Rojas, secretaria general de PSOE Melilla), pero las cosas no se han podido resolver, porque no sé si ha hablado con Yeray. El hecho de que yo os contara lo que pasaba en la tele, sabía que me traería consecuencias. Por supuesto. Pero Yeray, lejos de mejorar el comportamiento, o al menos de hablar las cosas, lo primero fue bloquearme, y lo segundo, algo muy esperado por mi parte, es hacer que lo pase tan mal en mi día a día en el trabajo, que no aguante psicológicamente y sea yo quien lo abandone y no sea él quien rescinda mi contrato», comienza explicando a través de WhatsApp una empleada de la cadena pública a la responsable de Igualdad socialista.

«El lunes, antes de irme a Madrid, puso una reunión para los del informativo (…), primero sabiendo que yo llegaba tarde al aeropuerto, pero aun así, diciéndole los compañeros que había hablado con Gloria para poder irme, dijo que no podía cambiarla, por lo que tuve que ir. La reunión fue horrible, ya que al no poder pagar sus frustraciones conmigo, ha decidido pagarlas con todo el equipo, primero diciendo que los días que me fuera al Senado, los iba a recortar de la factura, que equivale a unos 40 euros el día, por lo que no podemos ponernos enfermos o irnos de vacaciones. Ya que antes lo pactado era funcionar como una empresa y sustituirnos, comprometiéndonos a emitir diariamente. Él se escuda convenientemente en que somos autónomos, pero realmente somos FALSOS AUTONOMOS, ya que nos dijo en el casting que la única forma de poder trabajar era que nos teníamos que dar de alta como tal, pero las condiciones pactadas eran otras», continúa.

«También, para que tuviéramos miedo a quejarnos, nos dijo que el Informativo sólo tiene un voto en el consejo de administración, y que si seguíamos quejándonos y causando problemas, era muy fácil que no siguiera. De todos modos, al resto de colaboradores en lengua castellana y otros programas no les va a restar nada ni son las mismas condiciones que nosotros ahora. Nos dijo que no podíamos hacernos fotos en plato ni publicar nada en Instagram, aunque sea nuestra propia imagen, pero el resto del personal sí que puede hacerlo», argumenta. «También nos dijo que nos prohibía hablar con nadie sobre nuestra situación en la tele o nuestras condiciones de trabajo, haciendo en ese momento referencia a mí y a mi problema con el contrato, y por haber acudido a buscar ayuda en Sabrina, Gloria y en ti. Además, por otro lado, se ha dedicado estos días a hablar con los trabajadores de la tele y decirles todo tipo de barbaridades sobre mí; al punto de que unos vienen a contármelo y otros directamente con tal de congraciarse con el jefe, han dejado hasta de saludarme de forma cordial como hacían antes, como por ejemplo su amiga (XX). Las cosas están tensas, y se han generado divisiones, cosa que van a utilizar en esa televisión políticamente y profesionalmente», advierte.

«Sinceramente, estoy intentando aguantar, ser fuerte y aceptar que decir lo que pienso y lo que veo tiene sus consecuencias. Por supuesto. Pero no es justo que lo paguen mis compañeros y vivan así su trabajo. En cuanto a mí, os pido ayuda, porque no sé cómo controlar la situación. No quiero que nadie me utilice ni utilicen mi sufrimiento para conseguir nada o hacer daño a nuestra imagen como partido. Aunque cada día que pasa, por mucho que intente pasar desapercibida, estoy más decidida a intentar mirar otras vías para solucionarlo, porque no puedo aguantar más humillaciones, diferencias, comentarios o actitudes con las que herirme», afirma.

«No digo que ceséis a Yeray, pero que al menos si tengo que aguantar esta legislatura, que deje de comportarse de esta manera, porque es infantil, machista, y no quiero pensar racista (…). Es inmadura para la edad y el puesto que tiene», continúa la socialista.

«Lo siento, porque intento no causar más problemas, al igual que le dije a Gloria, pero no puedo aguantarlo mucho más. Y, siento el texto, pero sé que estás muy ocupada y no quería ir a molestarte otra vez en tu despacho».

«A los compañeros les da miedo arriesgarse o sacarme en pantalla. Y la verdad, Elena, aunque te había escrito todo lo anterior el viernes al otro móvil, tras lo ocurrido anoche, yo he hablado con mis padres y estoy muy decidida a denunciarlo, porque esto no va a acabar y yo no lo puedo soportar más. Está acabando conmigo en todos los aspectos, y las conciencias están siendo económicas, profesionales y psicológicas», esgrime.

Treviño, a finales de noviembre de 2021, decide responder al WhatsApp: «Hoy estoy sin un minuto para poder hablarte pero mañana te escribo. No te preocupes que todo se va a arreglar». Tras insistir otra vez la afectada, Treviño volvió a echar balones fuera: «¡Hola Dunia! Síii, es que estos días no paramos con la Navidad encima. Me parece buena idea. Buscamos un hueco y nos vemos». Y nunca más volvió a saber la afectada de la consejera de Igualdad.

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